Un patrimonio vivido y compartido
La misión de esta jornada excepcional era revivir el patrimonio de los arahuacos, taínos y ciboneyes, a menudo percibidos como desaparecidos, pero cuya huella permanece viva en las sociedades caribeñas. A través de una exposición inmersiva y una conferencia cautivadora, el evento nos permitió profundizar en el corazón de su cultura, su historia y su resiliencia.
Los objetivos eran claros:
- Sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de estos pueblos en la historia de Haití.
- Promocionar su patrimonio a través de artefactos e intercambios intelectuales.
- Destacar su influencia duradera en nuestras tradiciones, nuestro lenguaje y nuestras prácticas contemporáneas.